Es sin duda la prueba más agresiva que existe en la ITV y la que más polémica genera (junto con el foso). Después de tanto años, aún se siguen creando debates de discusión entre inspectores y clientes; analicemos los mitos y respondamos a la preguntas que suelen salir en las líneas de inspección.
¿Es necesario llevar el motor al corte de inyección? ¿Puede romperse el motor? ¿Qué sucedería ante una avería derivada de dicha prueba? ¿Puedo negarme a realizarme la prueba o a solicitar una prueba equivalente menos agresiva? ¿Cuántos coches rompen en la ITV por esta prueba? ¿Qué pasa con los nuevos motores que, en ralentí, impiden llevar el motor al corte de inyección?