
La prueba de frenado tiene como objetivo comprobar si los frenos del vehículo están funcionando de forma correcta. Para esta prueba es necesario de un frenómetro: una máquina que dispone de unos rodillos que permiten ver cómo se comportan los frenos cuando las ruedas están girando. Pese a ser una prueba bastante importante su ejecución no conlleva más de 3 – 4 minutos, los necesarios para la que máquina tome los datos.
La prueba de frenado se hace eje a eje (primero el primer eje, luego el segundo…) y no conlleva ningún tipo de riesgo ni para el vehículo ni para el usuario. La única «pega» es para los vehículos 4×4 o de tracción permanente: si el frenómetro no está preparado para este tipo de vehículos habrá que colocar otros rodillos adicionales en las dos ruedas que no están el frenómetro para que una vez se ponga este en marcha puedan girar las 4 ruedas. La mayoría de vehículos modernos aún siendo 4×4 permiten la entrada en el frenómetro quitando el contacto (habrá que cerciorarse antes de hacer la prueba).